miércoles, 21 de enero de 2015

Los Celos

celos


Los celos han sido definidos como un sentimiento de temor a perder a la persona amada. Pueden experimentarse celos sobre una amistad o una pareja. Esta vez, nos centraremos en la pareja ya que es la que más suele solicitar consulta profesional.

Como todo sentimiento, los celos experimentados de forma controlada y en pequeñas dosis, son una respuesta emocional normal. Sin embargo, cuando los sentimos de manera frecuente e intensa, son duraderos y surgen sin ningún motivo, se vuelven patológicos. Son una señal de que algo a nivel psicológico no va bien y se convierten en una tortura para quien los padece y también para su pareja o entorno.

Causas de los celos


La falta de confianza en uno mismo (baja autoestima), haber crecido en una ambiente familiar en el que hemos presenciado escenas de celos o experiencias personales en las que nos hemos sentido traicionados por alguien pueden favorecer el desarrollo de una conducta desconfiada y celosa.
Los pensamientos obsesivos que desarrolla una persona que sufre celos pueden parecerse a avispas que aparecen de repente y que, cuando la quieres espantar, aparecen otras compañeras avispas (obsesiones). Las obsesiones (avispas) nunca vienen solas. Su aparición dispara la ansiedad. Y esa ansiedad se traduce en dolor, desesperación. La persona cree que cuanta más información recabe o cuanto más control ejerza sobre su pareja, se aliviarán la ansiedad y desaparecerán las obsesiones. Sin embargo, sucede lo contrario, el celoso cada vez necesita más control e información.


domingo, 4 de enero de 2015

La educación de los hijos

educacion de los hijos

Si ahora mismo tienes o planeas tener hijos, seguramente te habrás preguntado alguna vez cuál es la mejor manera de educarlos o qué se puede hacer para no cometer errores como padre o madre. En realidad, no hay nada escrito, pues como seres humanos tenemos características diferentes, y lo que funciona con un hijo puede ser que no funcione con otro. El mundo está en constante cambio y los estímulos y exigencias varían de generación en generación, así que ni siquiera se puede tomar la propia educación de los hijos como modelo imitativo único y efectivo. Sin embargo, aunque no haya una receta exacta que nunca falle en este difícil arte, a continuación se presentarán varios consejos que le pueden ayudar en esta ardua tarea de educar.